El heptacampeón del mundo no sabe de maquinas, para maquina está su cerebro. De manera que no es nuevo esto de los mareos, ni es por una cuestión de edad, simplemente es una tecnología que no va con el.
La rechazó su cuerpo en los años gloriosos de Ferrari y la vuelve a rechazar en su regreso con Mercedes. Por lo que ha restado importancia a la situación asegurando que es un aditamento que no marca diferencias a la hora de adentrarse en un circuito.
“Cuando tuvimos nuestro primer simulador en Ferrari, tuve exactamente la misma sensación así que no tiene nada que ver con la edad. La gente se acostumbra a ello pasando por ciertos procesos”, declaraba Michael Schumacher al Daily Telegraph.
“Por lo que tengo entendido, hay otros equipos que tienen un simulador pero lo usan poco. No lo usan en la medida que, tal vez, lo hace McLaren o otros equipos,” señala el káiser.
“El uso que se puede hacer de él es limitado y de todos modos, tienes que tener el apropiado. Para los pilotos, el beneficio principal es acostumbrarse a una pista. Pero para mí, personalmente, eso nunca ha sido un problema”, concluyó el piloto más ganador de todos los tiempos.
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