El joven holandés asegura que montar motores Ferrari les hará
dar ese salto, independientemente de lo que mejoren los otros.
A juzgar por
los datos con los que cuenta, entiende que el nuevo monoplaza de Toro Rosso
será entre ocho décimas y un segundo por vuelta más rápido que su predecesor,
el STR10.
“Parece que todo
va muy bien. Parece que somos entre ocho décimas y un segundo por
vuelta más rápidos que el año pasado. Eso es mucho. Probablemente daremos
un paso mayor que los equipos que simplemente tendrán una nueva versión de su
motor para 2016. Para nosotros, la unidad de potencia es un gran cambio”.
“En general
no creo que sea un gran cambio para mí. El equipo ya lo ha considerado. Supongo
que el coche será ligeramente más estable en las curvas rápidas y ligeramente
duro en los giros en las curvas cerradas. Pero en general no cambiará mucho
porque las reglas no se han modificado. Para nosotros, el mayor cambio
es, por supuesto, el motor. Las alas parecerán un poco diferentes y la
nariz un poco también, pero en general no se verán grandes diferencias”,
aseguraba Max en declaraciones para Ziggo Sport.
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