A pesar de que el mandamás se esforzó casi siempre en demostrar lo contrario, poniéndoles cada año un nuevo requisito (hasta llegó al punto de ofrecerle una versión nocturna de la carrera a fin de subsistir en el calendario) este miércoles ha salido a cambiar la bocha y se alineo al pensamiento de Jean Todt, el presidente de la FIA, de que “el GP de Australia es muy importante para la Fórmula 1.”
“Valoro correr en Australia muy positivamente. Australia es tan importante como Mónaco y no me planteo el hecho de perder esta cita fundamental del calendario”, afirmó Ecclestone, queriendo disimular la mala relación que tiene con los organizadores del Gran Premio, quienes lo apuntan de no querer bajarles el precio.
Pero cuando se trata de números, Bernie es traicionado por su propio genio y rápidamente dejo en claro que tampoco hará ningún esfuerzo.
“Si el producto es demasiado caro para ellos, entonces entendemos que cuando el contrato llegue a su fin no hay necesidad de renovarlo. No hay que forzar a nadie a comprar algo que no quiere o que es demasiado caro. Tenemos una cobertura masiva de la televisión en todo el mundo, si eso no es suficientemente bueno, está bien, no compre el producto,” entendió.
Cabe recordar que Albert Park acoge el GP de Australia desde la temporada de 1996, tras haberle quitado la sede a Adelaida. Lo que significa para el mandamás una unión civil que de su parte no está dispuesto a romper.
“Durante estos años hemos sido como un matrimonio y no me gustaría acabar en divorcio. Que quede claro que por mi parte no será quien empiece la pelea”, concluyó el británico.
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