No hay más tutía con nadie. No habrá vuelta atrás, ahora si todos lo tienen en claro y para adaptarse esta vez parece haber tiempo de sobra. Charlie Whiting, responsable de la FIA, ha comunicado el sábado pasado a todos los equipos, que el sistema de soplado en frenada quedará absolutamente prohibido a partir del próximo GP de Gran Bretaña.
La medida intentó implementarse en el GP de España pero entonces las escuderías se quedaron de falta de tiempo para asimilar la nueva normativa. Por lo que ahora la Federación Internacional de Automovilismo resolvió dar la buena nueva (que de buena no tiene nada) con un mes de anticipación, a fin de que los técnicos de cada escudería tengan suficiente tiempo para que modifiquen el mapeo de sus motores.
Los directores técnicos de todas las escuderías se reunirán el próximo jueves y expondrán sus alegaciones ante la FIA, pero de todas formas no parece que esta vez vayan a poder salirse con la suya. Whiting ha tomado una decisión firme esta vez y será difícil que de marcha atrás.
Vale aclarar que esta rectificación de la normativa no prohibe que los escapes soplen sobre el difusor, sino que el motor mantenga el 100% del flujo de aire saliente cuando el coche está frenando. Desde Silverstone, cuando un monoplaza frene, sólo podrá salir por los escapes el 10% de su capacidad total. Por lo que se prevé que Red Bull pierda poder en este aspecto, aunque se espera que todos los equipos vean mermado su rendimiento en mayor o menor medida.
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