El británico se quedó con una victoria espectacular en el GP de China. En otra intensa carrera llena de sobrepasos, tras dormirse en la largada, el campeón de Red Bull se recuperaba y se encaramaba a su tercer triunfo consecutivo, pero entonces apareció el aguerrido Ayrton Senna del siglo 21 y puso sentencia a 4 vueltas del final con un magnifico Webber cerrando el podio.
Una carrera no se termina hasta que no se baja la bandera a cuadros. Y parecía que la De Lewis se terminaba antes de empezar, porque en el box del equipo McLaren se vivieron intensos momentos de preocupación cuando a minutos de cerrar el pitlane se encontraron con un problema técnico en el coche del moreno. Trabajaron a destiempo y milagrosamente lo tuvieron listo segundos antes que cerraran la calle de boxes, eso sí tuvo que salir con parte de la transmisión descubierta en una vuelta hacia la grilla particularmente llamativa para los fotógrafos que custodiaban el circuito.
Pero eso le valió salir de la parrilla y no desde boxes. Entonces se apagaron los semáforos y los McLaren se lo comieron crudo al imbatible Red Bull, Button salió lanzado al primer lugar y Lewis se impuso segundo antes de llegar a la primera curva.
Vettel se recuperó rápidamente y tras la primera parada en boxes ponía las cosas en su lugar superando a los McLaren. En la vuelta 14 superaba en pista a Lewis previo a la última curva y se iba derecho a boxes detrás de Button, pero entonces el británico cometió un blooper, paró en el box de Red Bull, donde cómicamente los mecánicos le indicaron que tenía que seguir hacia el suyo y esto le permitió a Vettel salir delante del campeón 2009.
Mientras esto sucedía, Rosberg, de gran carrera, quedaba primero y construía su primera cuasi victoria, pues su estrategia parecía la más seria hasta el segundo stint, la más amenazadora.
Hasta Felipe Massa parecía que tenía posibilidades, pero los McLaren estaban más sólidos y tras poner neumáticos duros para afrontar el stint final Lewis se vino para adelante, dejo atrás a Nico y fue por Vettel a quien superó magníficamente, cuando el germano menos lo esperaba, para dejarlo con el amargo sabor de la derrota.
Pero faltaba uno que nunca estuvo en el cuadro principal y sin embargo de atrás venía como una tromba. Y ese era Mark Webber, quien había largado 18° y se había enredado con los de atrás hasta el primer stint. Pero que luego se abrió camino y paso a paso con un ritmo que no mostró Vettel en la parte final, le permitió llegar hazañosamente hasta la tercera posición final, haciéndose de Massa primero, luego de Rosberg y por último de Button, si de Button, que se tuvo que contentar con el cuarto puesto. Y si a la carrera le hubieran quedado dos vueltas más seguramente también se cobraba a Vettel.
Pero esto es apenas algo de lo que le puedo contar o de lo que me viene a la mente. Atrás se pudo apreciar cuantiosos roces, los sobrepasos de Webber en su camino al podio. Las defensas de Schumi indefenso sin su DRS, primero con Fernando Alonso, luego con el australiano. Los ataques de Kobayashi y los aprietes del ‘cuate’ Pérez que se tocó primero con Heidfeld y luego con Sutil para recibir a posterior un drive trough y un stop and go.
Usted se preguntara por el bicampeón asturiano… pues no pudo hacer mucho, más que tener una bonita y corta lucha con Schumacher. Ambos se vieron frenados, el asturiano por llevar una Ferrari que no estaba para luchar con los grandes en ritmo de carrera. El germano por no tener el Mercedes al ciento por ciento a falta del DRS. El español llegó séptimo y el Káiser octavo, por delante de Vitaly Petrov y Kamui Kobayashi quienes se las arreglaron para salvar a Renault y Sauber en los puntos, noveno y décimo respectivamente.
El DRS nos está demostrando sus frutos, los neumáticos también ponen lo suyo. Así hubiera sido Vettel nuevamente el ganador, magnifica carrera nos entregaron. Ahora quedan tres semanas para quemar dedos, redibujando cosas. Por lo pronto hay uno que ya dibujo este domingo y no fue un ingeniero, fue el Ayrton Senna del siglo 21 aunque usted odie las comparaciones.
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