El australiano tuvo una recuperación milagrosa en el GP de China y subió al podio por primera vez en el año.
Viendo su comienzo de carrera, lejos estaba el último escalón. Tras haber partido desde el 18° lugar, tras quince vueltas apenas había ganado una posición. Pero entonces se abrió el camino para el aussie y comenzó una espectacular remontada de 14 puestos en la que exprimió al máximo su RB7, dándole un sabor dulce a la amarga frustración del equipo que se quedó sin invicto a cuatro vueltas del final.
“Ha sido un Gran Premio muy interesante, he decidido comenzar con los neumáticos duros en el primer stint, aunque sabía que no era el neumático preferido por todo el mundo en la parrilla. En realidad en términos de duración no tiene las características de un neumático duro. No ha sido fácil”, declaraba Webber durante la rueda de prensa de este domingo.
"Como era de esperar todo el mundo ha usado el DRS (Drag Reduction System) al mismo tiempo, por lo tanto no ha sido fácil remontar. Durante mi remontada hice un error en la entrada a la curva 2, básicamente he bloqueado los neumáticos y creo que me he dejado gran parte de ellos en el asfalto,” contaba Mark.
“Realmente todo comenzó a partir de ahí, pero ya sabes, al ver que todavía estaba en la P17 después de 15 vueltas lo que piensas es ¿cómo voy a poder llegar? Entonces, de repente me he sentido cómodo con el coche. También tenía algunos neumáticos guardados después de la clasificación, por lo que eso ayudó un poco.”
"Tal vez esa es la mejor manera de hacerlo todo el tiempo, ni siquiera participar en la clasificación y presentarse directamente en la carrera…., pero bromas aparte, creo que los chicos han hecho un trabajo increíble. Ha sido una carrera seguida de otra y está claro que las cosas no ha ido como la seda con mi coche, pero ellos no se han rendido y por eso hoy les dedico el podio a todos ellos y a los compañeros de la fábrica," concluyó Webber.
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