Su chasis original no pudo ser salvado de los graves daños que sufrió en la carrera de Malasia y por tanto la escudería Sauber, tras informar a la FIA de la situación, debió embarcar rumbo a Shanghai, un nuevo monoplaza para su reposición.
El director del equipo, Beat Zehnder, explicó que el hecho de que el lastre de unos 6kg se soltase del coche de Buemi fue como “una bomba” al golpear el C30, lo que plantea, obviamente, una falta de seguridad.
“Hemos informado a la FIA de que había un agujero en el coche y para China, Sergio tendrá uno nuevo”, confirmaba Zehnder a Auto Motor and Sport.
“El chasis está muy mal y hasta ahora solo hemos sido incapaces de reparar un chasis, fue el de Frentzen tras su choque en Mónaco en 1994”, recordaba el director de Sauber.
Eso sí, hay una cosa para destacar del C30, aunque el chasis de Pérez haya quedado inutilizable y es que “el coche parece ser suave con los neumáticos. Estoy seguro de que nos puede traer muchos buenos resultados”, comentó entusiasmado Zehnder.
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